Esta cuarta intervención consiste en un performance colectivo, tipo flash mob, donde se reunieron a una gran cantidad de personas que se sienten identificadas como negras, en la parte de las murallas ubicada frente al Museo Naval. Todas estas personas lucieron ropa de color negro y además llevaron consigo un objeto de color negro o algo con lo cual se sintieron identificados. En este sitio se entonaron letanías o frases en lengua palanquera como sentido de reclamo y demostración de que estamos unidos. Esta representación simbólica tuvo una duración de 30 minutos aproximadamente, y tiene una significación cuando los negros unen sus manos al grito de hacernos visibles; “Uno experimenta la dolorosa necesidad de convencerse a sí mismo de que existe de verdad, en el mundo real; de que uno participa en el eco y la angustia de todos, y uno crispa los puños, ataca, maldice y blasfema para obligar a los demás a que reconozcan su existencia”. [1]
Con la acción colectiva se plantea en un segmento de la muralla, como la presencia negra pervive y permanece una y otra vez en la memoria y la contramemoria.
Por medio de estos propósitos, tanto de los estiker o sellos, volantes, pelucas y el performance colectivo o flash mob, los cuales pretenden reactivar la memoria de la sociedad cartagenera, para otorgarles a todos los negros ese carácter de cultura viva y visible en nuestro presente.
[1] Ellison Ralph. El hombre invisible (fragmento) (Oklahoma, 1914-Nueva York, 1994)
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